Encarna Pérez

Encarna Pérez

domingo, 4 de noviembre de 2012

PAUL GAUGUIN.Joven con abanico




Gauguin había planeado su viaje a Tahiti como un escape de la civilización La relación con la naturaleza salvaje, real o imaginaria, se convirtió en el modo de recuperar la inocencia y la felicidad. Con formas toscas exaltaba el poder de lo sencillo.
En 1902  retrata a una joven polinesia de nombre  Tohotaua, esposa de un amigo a partir de una fotografía. La retrata con el pecho descubierto , con uno de sus senos tapado por un abanico que sujeta con la mano derecha, lo que en la Polinesia tenía un significado de distinción  y el resto del cuerpo envuelto por un vestido blanco que contrasta con el bello color castaño de la piel de la muchacha y la tonalidad rojiza de su cabello, su  mirada perdida desprende dulzura y nostalgia

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